El inquebrantable techo de cristal
El 11 de octubre de 1975 se dieron el “sí, quiero” Bill Clinton y Hillary Rodham. “Esto demuestra que sigo siendo yo”, ese fue el argumento con el que la demócrata defendió el que no asumiera el apellido de su marido una vez unidos en matrimonio, según explica su biografía escrita por Carl Bernstein.