El mal de la templanza
Iban en asientos de dos en dos. A ella le tocó con el señor parlanchín. Las otras dos amigas tuvieron la suerte de caer juntas. Seis horas, de Madrid a Sevilla. Cuando los molinos ya cubrían todo el paisaje, las bocas estaban secas. Fue a partir de este momento del trayecto cuando el señor parlanchín… Leer más El mal de la templanza