“La senectud es un estadio de la vida y, como los demás estadios vitales, tiene su propio rostro, su propia atmósfera y temperatura, sus propias alegrías y miserias. Nosotros, ancianos de cabellos blancos, tenemos al igual que nuestros hermanos jóvenes, nuestra tarea, la que da sentido a nuestra existencia, y hasta una enfermo de muerte y agonizante, al que en su lecho apenas puede llegar ya una llamada de este mundo, tiene su tarea, tiene que cumplir algo necesario e importante. Ser anciano es una tarea tan hermosa y santa como ser joven, aprender a morir y morir es una función tan valiosa como cualquier otra, en el supuesto de que se realice con respeto reverencial al sentido y a la santidad de toda vida”
Herman Hesse
@Celia Arcos